¿Te sientes abrumado/a porque tu hij/a no quiere hacer los deberes?
¿Cada día se hace más cuesta arriba la hora de sentarse a realizar las tareas escolares?
¿Te has preguntado por qué tu hij/a parece resistirse tanto a estudiar?
¿Quieres saber cómo puedes transformar esos momentos de estrés en instantes de conexión y aprendizaje significativo?
En esta entrada, voy a hablarte sobre cómo acompañar a tu hijo en la realización de deberes para que consigáis disfrutar de ese ratito de aprendizaje juntos.
La lucha diaria con los deberes puede convertirse en un campo de batalla emocional, generando estrés y tensión tanto para los padres como para los hijos. Soy consciente de que hay muchas familias en las que ocurre de manera diaria y que en muchas ocasiones tanto mamás, como papás y niños se sienten abrumados cuando llega este momento, porque muy lejos de ser un momento de conexión y aprendizaje en el que podemos disfrutar juntos, se convierte en una autentica lucha.
Si te sientes identificado/a con esto, te animo a seguir leyendo esta entrada, pues voy a darte algunas claves para afrontar el desafío de los deberes y el estudio con tu hijo/a en casa.
Voy a darte 3 claves con las que puedas generar un clima más agradable en el momento de realizar las tareas escolares en casa y con las que además puedas ayudar a tu hijo a que esas actividades sean más dinámicas y tractivas para él, consiguiendo así, que se sienta mucho más motivado y receptivo con sus tareas.
Tenemos publicada en Youtube una clase en vídeo en la cual te explicamos todo esto. La tienes al final de la página ¡te animo a verla!
Claves para dejar de decir “mi hijo no quiere hacer deberes”
1. Conseguir un clima de conexión y aprendizaje.
En primer lugar, tienes el enorme desafío de conseguir crear un clima agradable y positivo en el que ambos disfrutéis de ese ratito juntos, que muy probablemente, sea de los pocos momentos del día en el que podéis compartir y disfrutar juntos.
Para generar ese clima positivo y transformar la frase: “mi hijo no quiere hacer los deberes”, por “mi hijo y yo disfrutamos cada tarde haciendo deberes”, te propongo las siguientes acciones:
Identificar detonantes.
En primer lugar, identificar los detonantes: Es decir, qué factores, situaciones o causas están propiciando ese clima de tensión.
Si los momentos de tensión, son puntuales, esteremos, probablemente a factores mucho más fáciles de identificar: días de más cansancio, malestar puntual, sobrecarga de tareas o exámenes en fechas concretas, falta de tiempo para realizar tareas, etc.
Si estos episodios de tensión, se producen de forma mucho más continúa, prácticamente a diario, nos encontramos ante detonantes más difíciles de identificar como son: presión, paciencia, expectativas, lenguaje, comparaciones o rigidez de los hábitos y la forma de trabajo diaria.
Claves para transformar los momentos de tensión.
En segundo lugar, te doy algunas claves para que sepas cómo puedes transformar estos momentos de tensión: establecer rutinas claras y un sistema de hábitos, poner el foco en el esfuerzo más que en los resultados que se van obteniendo (notas o calificaciones), crear un ambiente y lugar de estudio adecuado, fomentar el trabajo autónomo del niño/a frente a los deberes y mantener una comunicación abierta basada en la empatía y la comprensión.
Acciones a realizar.
Para ello te propongo una serie de acciones: establecer un sistema de rutinas para organizar los deberes y el estudio diario, aplicar un método de trabajo activo y dinámico con el que el niño pueda tener mayor interés por aprender y utilizar un lenguaje positivo con el niño (centrándote más en los avances, el esfuerzo y el progreso que en los resultados).
2. Motivar a tu hijo en los estudios
La motivación es la gasolina que nos impulsa a querer hacer algo. En caso de un estudiante, la motivación es aquello que le mueve a querer aprender, consiguiendo que el niño se sienta con energía cada día para afrontar los pequeños desafíos de la vida académica. Interés por aprender, curiosidad por querer saber más y ganas de superarse cada día.
Tres tips, te doy para que puedas inculcar la pasión por el aprendizaje en tu hijo/a:
- Despertar su deseo por aprender, conectando con sus intereses, sus capacidades y sus talentos.
- Cultivar el deseo por superarse cada día ¡tú puedes!
- Fomentar el trabajo autónomo, la valía y la responsabilidad frente a sus tareas escolares.
- Reconocer cada avance y cada logro.
- Reducir los premios y castigos y centrarte en las consecuencias naturales, dando la oportunidad de poder tomar sus decisiones.
3. Hacer del estudio una actividad más amena y atractiva
La organización y la planificación son esenciales para hacer que el estudio sea más eficiente y agradable. Para ello, será primordial establecer un sistema de trabajo en con el cual el niño aprenda a organizarse cada día de forma autónoma.
Incluir elementos atractivos y realizar actividades más prácticas en el momento de realización de los deberes será fundamental, echando mano de recursos para el aprendizaje que sean más llamativos y con los cuales el niño pueda comprender mucho mejor las actividades y reforzar en casa lo aprendido en clase cada día.
También poner en práctica un método de estudio práctico, visual y muy activo conseguirán que el niño deje de ver esta actividad como aburrida y pueda tener una visión mucho más positiva de esta forma de aprendizaje.
Con todas estas claves conseguirás darle la vuelta a la frase “mi hijo no quiere hacer los deberes”.
¿Cómo conseguir que se haga realidad?
Si necesitas saber cómo puedes aterrizar todo esto para hacerlo realidad y transformar esos momentos desafiantes en oportunidades de conexión y aprendizaje con tu hijo/a, ¡no estás solo en este desafío!, te invito a conocer mi taller online “Del estrés a la calma con los deberes” en el cual tratamos con mucha más profundidad cada uno de estos aspectos.