¿Qué objetivos académicos tienes para este curso? ¿qué quieres conseguir? ¿cuál es tu meta en los estudios?
Soy Ester Ruiz, Pedagoga especialista en técnicas de estudio. En esta entrada voy a hablarte de lo importante que es que tengas unos objetivos claros a conseguir con tu estudio. Importantes para tu motivación, para mejorar el rendimiento académico y para que puedas llevar el estudio al día, evitando así los atracones de última hora.
Es muy probable que como estudiante te hayas marcado objetivos académicos y metas a conseguir en el tiempo: a corto plazo, a medio plazo o incluso a largo plazo.
Estudiar por objetivos académicos favorece que puedas centrar la atención en aquello que realmente quieres conseguir e incrementa tu motivación para alcanzarlos.
Al final de la página tienes una ficha para plantear tus objetivos académicos de este curso.
¿Nunca te has planteado objetivos en el estudio? Si nunca lo has hecho, este es el momento de comenzar a planteártelos y ponerlos en práctica en tu día a día pues como ya hemos comentado, resulta ser una actividad muy motivadora que te ayudará a afrontar obstáculos y desempeñar las tareas con energía y decisión.
Estudiar por objetivos académicos
En esta entrada vamos a enseñarte cómo aprender a estudiar por objetivos.
- ¿Cómo tienen que ser los objetivos que te propongas?
- ¿Cuándo tienes que proponértelos?
- ¿Cómo revisarlos y mejorarlos?
¿Cómo tienen que ser los objetivos que te propongas?
Los objetivos tienen que reunir tres requisitos indispensables:
- Tienen que ser realistas: A la hora de plantearte un objetivo académico tienes que saber que podrás alcanzarlo. Es por esto, por lo que no pueden ser demasiado ambiciosos, ni tampoco demasiado fáciles de conseguir. Tienes que encontrar el punto medio en el que conseguirlos te suponga un reto razonable y alcanzable para ti.
- Tienen que ser claros: Tienes que plantearte objetivos claros en los que sepas muy bien qué es lo que quieres conseguir. Una estrategias que funciona y te facilitará su planteamiento es escribirlos.
- Tienen que ser concretos: Los objetivos académicos tienen que ser diversos, claros y concretos, es decir, tienes que saber muy bien qué es lo quieres conseguir exactamente y hacia dónde se dirige cada objetivo. La diversidad de objetivos, se puede clasificar en tres categorías:
- Objetivos a corto plazo (sobre el trabajo diario).
- Objetivos a medio plazo (mensuales o semestrales).
- Objetivos a largo plazo (final de curso o final de la etapa académica en la que te encuentres).
¿Cuándo proponer los objetivos?
Dependiendo del momento en que queramos que surta resultado cada objetivo, tendrás que plantearlos en momentos diferentes.
- Objetivos académicos a largo plazo: Los objetivos generales del estudio.
Estos objetivos se plantean al inicio de la actividad. Si por ejemplo estás comenzando el curso, en ese momento el objetivo a largo plazo será qué quieres conseguir a final de curso: “Aprobar todas las asignaturas con una nota media de 7”.
Si te encuentras comenzando una etapa educativa o a mitad de la misma, otro objetivo a largo plazo será aquel que quieras conseguir al finalizar dicha etapa: “Terminar la carrera el próximo año”, “Finalizar bachillerato y aprobar la prueba de acceso a la universidad con nota para estudiar lo que más me gusta”.
Te toca: Coge un papel y un bolígrafo y escribe tus objetivos a largo plazo.
- Objetivos académicos a medio plazo: Los objetivos que te permiten ir alcanzando retos.
Estos objetivos se plantean al inicio de cada evaluación, es decir al principio de cada trimestre, semestre o etapa. Al inicio de cada etapa evaluativa, haz un balance y una valoración pensando qué objetivos quieres conseguir al finalizar esa evaluación: “quiero aprobar la asignatura de historia con una nota media de 8”, “quiero aprobar al menos 7 de las asignaturas de esta evaluación con notas de mínimo un 6”
Una cuestión muy importante que no debes perder de vista es que tienes que ser realista y concreto. Para ello, te aconsejamos que plantees al menos un objetivo por cada asignatura que vayas a cursar, concretando la nota que deseas alcanzar, teniendo en cuenta la dificultad, el esfuerzo y el nivel de exigencia que decidas para ti mismo.
Te toca: Coge un papel y un bolígrafo y escribe tus objetivos a medio plazo.
- Objetivos a corto plazo: Los objetivos del día a día. Sin ellos no se consiguen los demás.
Estos objetivos son vitales para conseguir los objetivos a medio y largo plazo. Si no mantienes un compromiso y dedicación constante, te resultará complicado alcanzar tus objetivos y metas académicas.
¿Crees que si no trabajas cada día, no asistes a clase y no te preocupas por tus tareas, alcanzarás tus objetivos a medio y largo plazo?
Es necesario que aprendas a marcar objetivos a corto plazo, porque son los más importantes y los que te permiten avanzar y alcanzar todos tus retos académicos.
Los objetivos académicos a corto plazo son los que se plantean todos los días, todas las semanas y todos los meses.
- Diarios: Son imprescindibles. Una de las primeras cosas que tienes que hacer antes de comenzar a trabajar cada día es en la planificación de tu sesión de estudio diario: cuánto tiempo dedicarás y qué tareas realizarás.
Distribuye las tareas a lo largo del tiempo de estudio diario y planifica tus descansos para poder gestionar eficientemente el tiempo y así poder rendir al máximo.
Ejemplo: Hoy comienzas a estudiar un tema nuevo y te has planificado elaborar un esquema, pero además tienes que realizar la práctica de otra asignatura. Calcula el tiempo aproximado que tardarás en realizar ambas tareas y distribuyelas en el tiempo que dedicarás al estudio.
Aprende a planificar tus tareas y tu tiempo aquí.
- Semanales: Plantear objetivos a conseguir durante cada semana, también te ayudará a no perderte en el tiempo. Por ejemplo: puedes decidir “esta semana estudio 3 temas de biología para los exámenes finales”. El contenido a estudiar y todas las tareas que tendrás que realizar para llevar a cabo un estudio activo, tendrás que repartirlas entre los días de la semana que vayas a dedicar para el estudio de biología.
- Mensuales: Plantearte objetivos mensuales te resultará muy provechoso si estudias a distancia, exámenes finales de carrera, preparación de pruebas de acceso, etc. La planificación y la buena gestión del tiempo, hacen necesario que marques objetivos claros para avanzar correctamente con tus tareas en el tiempo.
Ejemplo: Objetivo mensual: Estudiar 8 temas de biología en un mes.
Objetivo semanal: Cada semana estudiar 2 temas: Semana 1: tema 1 y dos; semana 2: tema 3 y 4, etc.
Objetivos diarios: Lunes: Realizar subrayado y esquema del primer apartado del tema 1 de biología.
Manos a la obra: Coge papel, bolígrafo, un calendario o agenda y comienza a marcar objetivos y tareas diarias, semanales y mensuales.
¿Cómo revisar y mejorar los objetivos?
A medida que vas planteando objetivos académicos de trabajo que te permiten avanzar, tienes que ir revisándolos y mejorándolos con el objetivo de que sean realistas y te ayuden a planificar tu tiempo con mayor precisión.
Si has planteado objetivos demasiado ambiciosos y los has conseguido, esto quiere decir que puedes seguir en esa línea.
Si has planteado objetivos irrealistas que nos has podido conseguir: ¡PIENSA! ¿En qué has fallado? ¿cómo volverías a plantear el mismo objetivo? ¿qué hacer para conseguirlo?
Reflexiona y vuelve a plantear objetivos prácticos y realistas.
Ficha para trabajar tus objetivos académicos este curso:
¡Inténtalo!
¿Te ayudo a organizarte y a marcar objetivos?
Te acompaño en tu estudio diario para que te resulte más sencillo: